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Odisea culinaria

  • Foto del escritor: Julieta Hilasaca
    Julieta Hilasaca
  • 15 may 2017
  • 3 Min. de lectura

Qué tal día! a veces pensamos que las cosas que hacen los demás no son importantes a simple vista, pero si lo es, si lo es, si lo es...


No se si lo comenté en un post anterior pero vivo sola en un pequeño departamento y acostumbrada a tener a alguien que hiciera las cosas de la casa, con mis múltiples actividades no me daría tiempo para hacer cosas "simples" dije ¿simples?. Hoy, especialmente hoy estábamos los dos, la cocina y yo... aquel aparato firme de acero y de brillante espejo dispuesto a desafiarme, nos miramos fijamente y comenzó la Odisea...

Salgo a nadar tres veces por semana muy temprano 6:30am y de regreso a casa tomo mi desayuno, me cambio y a la oficina, es un día normal pero hoy no fue así...

Tenía en la lista de la semana, Lunes: extracto de piña-manzana-zanahoria, avena con maca y un pan con mantequilla (contundente como me gusta) sencillo -me dije- empecé buscando la piña, manzana y zanahoria, los lavé y oh el extractor? tantas piezas y deben estar juntas para funcionar? aquél momento me sentí como en un lugar de reparación de autos con taaaantas piezas que no sabía por donde empezar; pero, cuando llegaba a casa lo tenía casi listo y solo estiraba el brazo para tomarlo, todo era sencillo, qué pasó? en fin, después de cuarenta minutos pude tomar el extracto, seguí avanzando, ahora la avena con maca, aquella harina de hojuelas parecía enfurecida cuando empezó a hervir, no quería que nadie más entre ahí parecía decir, estaba al tope la ollita, y la maca? igual le puse maca en crudo, cual tiro al blanco en las olimpiadas, eso fue terrible, finalmente terminó en media taza de avena que tenía que licuar, oh la licuadora otra vez el taller de autos a la vista, vertí toda la avena y la maca y encendí y empecé a pintar de pared a pared de avena con maca, que faltó? ah si, me olvidé de tapar la licuadora y toooodo fue a parar a la pared (lo volví a preparar con más cuidado), ahora qué mas faltaba, el pan! uhmmm recuerdo al panadero montado en su triciclo y yo en la bici saludándonos al pasar, me dirigía feliz a nadar... ahora lo extraño, a aquel hombre de blanco con gorrita azul y sonrisa sin igual no lo vi hoy o mejor dicho no lo oí pasar, me quedaría sin pan en el desayuno? no! un paquete de galletas supliría aquella pieza de pan, finalmente me senté y vi el reloj 9:30am. Dios! me tomó tres horas en preparar el desayuno. Me senté y vi a mi alrededor, todo estaba hecho un desastre... la persona que hacía el desayuno y los demás quehaceres SI que era lo máximo, me facilitaba la vida, ahora la VALORO y la extraño, cada rincón del departamento parece decir lo mismo en silencio, respiré profundo y desayuné... un poco preocupada al ver el lavadero de platos cual restaurante en inauguración.



A veces no valoramos la labor de las personas, en verdad pensé que era fácil hacerlo, ahora sé el rol importante que desempeñan cada una de las personas a mi alrededor. Ésto me hace reflexionar muchísimo, pues no solo es el desayuno, es todo lo que implica hacerlo: levantarse temprano, organizar la semana, hacer una lista balanceada, hacer las compras al super y además de los quehaceres de la casa.


Valoremos todo y a TODOS, por más pequeño que parezca, todo suma!!!


Gracias por llegar hasta aquí :)





 
 
 

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