Unidos por una mejor comunidad

Hace unos días estuvimos el equipo de la ONG NowWhat como parte de nuestras actividades de mejoramiento del Programa Hamuy en conjunto con otras organizaciones en un lugar llamado El Champal de Cocachacra en Huarochirí, un lugar particularmente mágico y sublime, oh cuán caprichosa es la naturaleza… los cerros y las estrellas son testigo de tan noble misión de Yves Lequay, francés de nacimiento y peruano de corazón! Trabaja en conjunto por una mejor y desarrollada comunidad.

Saliendo de Lima “la húmeda” a dos horas de camino íbamos tres personas en el auto, mirando las pistas empolvadas a través de las lunas, conversando de todo y de nada hacían esperanzador el camino hacia Cocachacra, veía alejarse inmensos edificios por los cerros de la zona cercana que hacía presagiar que llegaríamos a un lugar INOLVIDABLE, en el camino el sol hacía su anuncio tímidamente y casi llegando al lugar una trocha nos avisaba que estábamos cerca.

Lo interesante de El Champal es que vienen personas de distintas nacionalidades con quienes se puede conversar e intercambiar ideas, puntos de vista, las distintas realidades que existen, idiomas diversos y conversaciones que amplia el eje de nuestro pensamiento.

Conocer a Ricardo por ejemplo fue algo muy loco y profundo como él define, tiene un lado filosófico lleno de magia y hierbas, dos personas lo acompañaron en un rito llamado San Pedro que duró hasta la madrugada, con tambor en mano y sonidos propios de la naturaleza y la oscuridad de la noche hacía aquel lugar inolvidable y misterioso, llenos de curiosidad y valentía... además de cocinar uhmmm DE-LI-CIO-SO.

Ah como no mencionar a Man Zhang descendiente China, que pronunciaba algunas palabras en castellano que preparaba galletas en aquel horno cual dragón ensombrecía en demasía las galletas que preparaba, era un primer intento. La salude con un NiHao = Hola, se agrandaron sus ojos como diciendo: hey! tú me tiendes? Le confesé que sólo había estudiado Chino básico y que no era suficiente para entablar una conversación fluida así que hablamos muy despacio para entendernos, ella fue feliz con el NIHAO.

Maureen una hermosa francesa que venía por unos meses a dejar huella en los chicos de un colegio de la zona, ella estudió teatro y a través de su arte llegó a calar en los corazones de aquellos jovencitos entusiastas y felices de conocerla, pero como todo tiene su final… era inevitable derramar lágrimas de felicidad y de nostalgia adelantada, ella debía viajar a Colombia a seguir con sus actividades. Recuerdo que al finalizar una sesión dijo: “chicos, crean en sus sueños, no le crean lo que los demás le dicen que no pueden, sigan su estrella”, me encantó. La ví preparando arduamente los kekes que compartiría el día anterior, ese manjar olía hasta afuera pero al asomarme dijo: “es para el colegio”, oh que pena dije para mis adentros, pero al día siguiente compartimos todos en el colegio :)

Y así cuantas historias se han tejido y se irán tejiendo en el tiempo, cuantas personas seguirán llegando para tener la gran experiencia de COMPARTIR con el prójimo sus conocimientos, talentos y sobre todo el haber llegado a un lugar llamado Perú para ayudar y dejar huella en nuestros corazones.

Gracias por llegar hasta aquí.

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