Comunidad Karaponguina
- Julieta Hilasaca
- 21 nov 2017
- 5 Min. de lectura
Nos enteramos a través de los medios de comunicación lo devastador que fue el fenómeno llamado “Niño Costero” que sólo dejó desolación a su paso hasta abril de éste año, arrasando viviendas precarias, dañando en gran manera cultivos y colegios de la zona de Carapongo distrito de Lurigancho-Chosica donde el panorama parecía sacada de una película de horror, postes caídos, autos volcados, paredes derrumbadas, así como piedras y barros a montones formaban el trágico panorama en la zona de la Asociación de Vivienda Nuevo Horizonte por solo tomar un ejemplo.
Comenzar de nuevo era el objetivo de la población, trabajo duro de levantarse y seguir a pesar de lo sucedido, es así que Escolástica Liberato misionera franciscana se instaló en la zona de desastre para ver la problemática y echar manos a la obra, pero no lo haría sola, con ella vecinos y dirigentes comenzaron éste largo camino.
El último domingo 19 de noviembre sería diferente para muchos... un domingo donde hacemos las cosas que dejamos como pendiente para el fin de semana, nuestras cosas personales… en fin! Dejar todo organizado para iniciar una nueva semana.

Entre las múltiples actividades que tenemos cada uno de nosotros un grupo de personas se unieron para darle una manita a la hermana Escolástica y a Karim Salazar, una joven excepcionalmente solidaria, Asistente de Investigación de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y la Universidad Cayetano Heredia en temas de TBC y Cáncer en diagnóstico y tratamiento de pacientes, AMA el voluntariado y es así que un grupo humano se unió a la objetivo común: Reconstrucción y reactivación económica de Carapongo! a través de Comunidad Fraterna, y no lo harían solas…

Empezaré mencionando a Eduardo Cortavarria Ledesma, un ingeniero pesquero que fue por primera vez a la zona y estuvo dentro del grupo de apoyo, dijo: “me gusta compartir temas de biología con los niños para que conozcan la importancia del ecosistema y la conservación del ambiente”. Un joven vivaz que llegó al colegio donde se dan los talleres a la comunidad de niños, cargando una pecera en brazos y algunos peces para donarlos al colegio, apasionado con su trabajo nos contaba en el trayecto los múltiples y las particulares mascotas que tenía en su haber… un joven que apuesta por la educación en niños en temas de biología, todo un capo con corazón solidario, llegó a sumar!
También conocí a Ronald Palacios Cardoza, ingeniero mecánico-eléctrico, le interesan los proyectos sociales y educativos, dice: “la educación es la clave para que un país salga adelante para lograr un cambio sustancial, considero que mi granito de arena es participar como voluntario y todo lo que pueda meter mano en temas de educación y mucho más en temas de tecnología, ciencia, ingeniería y matemática que es mi pasión, feliz y contento de hacerlo. Mi mayor recompensa es ver como un chico se siente atraído por la ciencia”. Un chico risueño y dulce que pone el hombro los domingos a la comunidad Fraterna.
Un gustazo también conocer Jenny Hurtado, Psicóloga, trabaja en una ONG con niños en temas de problema de aprendizaje y terapia de lenguaje de niños post operación de paladar hendido, dice: “la zona de Carapongo estaba pasando una dura situación y es así que por invitación de Karim participo del voluntario, ayudar en la medida de lo posible, reconstruir de alguna manera la zona es mi objetivo”. Una mujer de carácter firme y quien pone orden entre tantos niños que vienen a los talleres vivenciales los domingos.
El poeta del grupo Aquiles Bernabel, bachiller en Ingeniería Ambiental, tiene 10 años trabajando en la Organización Reforestando Conciencias, temas vinculados a la educación ambiental “me motiva mucho estar en Carapongo porque me gusta sensibilizar y motivar a los niños, a cambiar el chip de la sociedad, a partir de la expresión y el ejemplo". Poeta como pocos, imagino que debe tener miles de seguidoras por su voz arrolladora y personalidad encantadora que emana a cada paso, un hombre que confía en que la comunidad saldrá adelante con manos dispuestas a dar su tiempo y sus conocimientos para compartir.
Y Luis Flores, ingeniero electrónico y maker! Coordinador del Open BioFab conoció a Karim en un evento científico, está interesado en fomentar ciencia en niños a través de un equipo de laboratorio a bajo costo como parte de su emprendimiento JellyFish Biorobotics, concursaron y ganaron en el Congreso de FabLabs un premio sobre STEM. Así fue que se empezaron a conectar al voluntariado en Carapongo, un chico genial! que quiere implementar un laboratorio en el colegio José Faustino Sanchez Carrión de Carapongo donde se realizan actividades domingo a domingo. Estaremos al pendiente de su labor :)
No podía faltar Marcelita Ponce De León, Agrónoma de la Universidad Nacional Agraria La Molina, activista ambiental de corazón, soñadora empedernida, actualmente trabaja en el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura además fundadora de Comunidad Sostenible, organización que trabaja con jóvenes que ven temas de agricultura sostenible y manejo de residuos sólidos en general, está convencida que los niños pueden generar sus propios alimentos a través de los biohuertos, tuvo el placer de ser capacitada en “Jóvenes por los ODS” de las Naciones Unidas y que además lo relaciona con la Agenda 2030 porque confía que es posible cambiar el mundo :) una chica súper buena onda, inspira confianza y ternura y no es para menos, comparte sus conocimientos a través de talleres! qué genial... ella dice: "la tarea en Carapongo no solo es de enseñar, hablar con ellos escucharlos sino también transmitirle ganas de querer cambiar el MUNDO, creo fervientemente que uno puede cambiar el mundo no solo sino trabajando en equipo, en Carapongo si bien es cierto empezamos trabajando cuatro personas, en el transcurrir del tiempo se han ido sumando más y más personas, trabajar de manera colaborativa se puede llegar muy lejos y se están consiguiendo ya algunas cosas para la población..." siento que seremos muy buenas amigas :) tiene un GRAN ♥
Y a alguien que no podía olvidar, al querido Paul Bendezú, ingeniero en Industrias Alimentarias, que tuvo la gentileza de esperarme y llegar a la zona de Carapongo, él hace meses acompaña a la Comunidad Fraterna, dice: "me motiva trabajar con niños por creo que son el futuro del país, es importante que ellos cultiven una nueva conciencia de respeto a la tierra y la comunidad, y vengo trabajando con algunos amigos huertos urbanos, el reciclaje, elaboración de compost y motivar a que ellos mantengan siempre todo el tema de sostenibilidad de la tierra".
Me siento feliz y afortunada de conocer a gente con GRAN CORAZÓN, desprendida y sobre todo solidaria, y TODO en un solo día, gracias Dios eres bueno generoso!
TODOS ellos y más… hacen la suma de la Comunidad Fraterna. Carapongo una zona que día a día trabaja por salir adelante, y con manos dispuestas como la de los chicos, estamos seguros que poco a poco renacerá, estoy segura que será un referente de esfuerzo y de lucha, lucha en la cual no están solos :)
Tanto AMOR y cariño por el prójimo no sería posible sino es gracias a la invitación de la hermana Escolástica, Karim y los chicos voluntarios♥ los días pasan y cada domingo es un reto!
¿Quiéres sumarte a la causa? TODOS son bienvenidos, puedes compartir tus conocimientos con los niños, jugar con ellos y sobre todo compartir la experiencia Caraponguina, las mamás no son ajenas a ello, a modo de experiencia una de ellas se me acercó a preguntar la razón de mi presencia en la zona y le dije que llegué a conocer el lugar y ver qué podía hacer por ahí, le comenté sobre el empoderamiento en la mujer, sobre algunos talleres y charlas, y me respondió: “tengo que irme a cocinar, pero te dejo mi teléfono y cuando tengan los talleres me llamas por favor, yo solo dependo de mi esposo y no me alcanza” es una realidad de la cual no debemos ser ajenos… sigamos trabajando!!!
Gracias por llegar hasta aquí :)
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