Navidad es COMPARTIR
- Julieta Hilasaca
- 22 dic 2017
- 2 Min. de lectura
Extrañaba escribir♥ y es que a veces nos sumergimos en nuestras cosas que consideramos “importantes”, nuestras pasiones y disfrute también lo son, recuérdalo!
Estamos próximos a celebrar las fiestas navideñas y con ella la nostalgia de no tener a un familiar cercano o estar lejos de nuestro lugar de origen se vienen a la mente, es preciso seguir…
Como era de esperarse Comunidad Fraterna se hizo presente en éstas fechas en Carapongo para llevar alegría a niños y niñas de las zonas afectadas por los huaycos que azotó a inicios de año, hay mucho por hacer... pero éste momento era el momento de los niños :)

Saben, hace mucho que no sentía unas manitas calentitas en mi rostro cogidas por una niña, una niña hermosa con cabello desordenado por el viento y ojos cual faros en la noche, emocionada y feliz por el show de burbujas en el escenario, ansiosa por los regalos que veía a través de las lunas del lugar donde estaban apilados para todos los niños, y lugar donde nos dimos cita voluntarios con un solo objetivo: COMPARTIR.
Llamaremos Mariella a la niña, Mariella estaba feliz por los payasitos, el dinosaurio que andaba por todo el lugar y el gran mago provisto de una caja de madera de donde sacaba dos varas, pabilos atados a los extremos y algo de jabón… bastó para que todos los niños y niñas corretearan a Dirk y sus burbujas, qué divertido! Mariella, una niña dulce, me cogió las mejillas y me dijo: ¿qué hacen acá? Y le respondí: vinimos a compartir con ustedes por Navidad, a lo que ella respondió: “ah ya, me van a dar regalos verdad? pero también quiero que me den para mi abuelita, ella me cuida”, asentí la cabeza. Ella quería que no solo le dieran regalos a ella sino también a su abuelita, y es que cuando nos sentimos felices queremos dar, compartir, darlo TODO… Mariella me enseñaba el verdadero sentido de la Navidad.

Todos los voluntarios estaban bastante cansados al final del día, fue un día agotador pero felices de poder de alguna manera hacer que los niños se sintieran contentos y se divirtieran con el espectáculo sazonado además con un delicioso almuerzo preparado por Ccori con la dirección de Palmiro Ocampo, un capo maximizador de alimentos y que además se dio tiempo para enseñar a las mamás a sacar provecho de las frutas y verduras, en resumen…desperdicio cero!

Volviendo a la experiencia navideña que tuve, finalizaré diciendo que, no olvidaré aquellas manitas de amor en mi corazón, deseo a todos y cada una de las personas que me leen una Feliz Navidad.
Muchas gracias por leerme y llegar hasta aquí.
Comments